Por: Ney Peniche. K3
La lectoescritura es uno de los pilares fundamentales en la educación de los niños, ya que representa la base para el desarrollo de habilidades cognitivas y lingüísticas esenciales para el aprendizaje a lo largo de la vida. En el período preescolar, entre los 5 y 6 años, los niños se encuentran en una etapa crucial para comenzar a desarrollar estas habilidades que les permiten desarrollar el interés y el desarrollo en los principios de la lectoescritura.
¿Qué es la lectoescritura y por qué es importante?
La lectoescritura se refiere a la capacidad de leer y escribir, pero para los niños de preescolar, este concepto implica mucho más. Se trata de desarrollar la conciencia fonológica, la capacidad de reconocer y producir sonidos, y la habilidad de asociar estos sonidos con símbolos gráficos (letras). A través de la lectoescritura, los niños comienzan a comprender el valor de las palabras, a construir vocabulario y a expresar ideas, lo que les permite interactuar de manera más efectiva con su entorno.
Objetivos de la lectoescritura en la educación preescolar
1. Desarrollo de la conciencia fonológica
Este es uno de los objetivos más importantes en el proceso de lectoescritura. Los niños deben ser capaces de identificar y manipular los sonidos en las palabras, reconocer rimas y segmentar palabras en sílabas. Esta habilidad sienta las bases para la lectura y escritura de palabras y frases simples.
2. Reconocimiento de las letras y sus sonidos:
Los niños deben aprender a identificar las letras del alfabeto y asociarlas con sus sonidos correspondientes. Este conocimiento les ayudará a decodificar palabras al leer y a escribir palabras de manera más autónoma.
3. Vocabulario y desarrollo del lenguaje:
Un objetivo esencial es expandir el vocabulario de los niños para facilitar la comprensión de lo que leen y escriben. Se deben incluir actividades que promuevan la adquisición de palabras nuevas y la comprensión de su uso en diferentes contextos.
4. Comprensión de la estructura de las palabras y las frases:
Los niños deben empezar a comprender cómo se forman las palabras y las oraciones. Esto implica la identificación de palabras comunes, la construcción de frases sencillas y la organización de ideas de forma coherente.
5. Motivación y amor por la lectura y la escritura:
Fomentar un ambiente en el que la lectura y la escritura se vean como actividades placenteras es fundamental. La motivación intrínseca de los niños para leer y escribir contribuirá a su desarrollo de manera más natural y efectiva.
